Aunque todavía no se haya caído el ombligo, hay que bañar al bebé todos los días, con poco agua y sujetando con la mano izquierda su hombro izquierdo, apoyando la cabeza del niño sobre el antebrazo izquierdo de la madre. Con la mano derecha le enjabonamos todo el cuerpo –no hay mejor antiséptico que el agua y el jabón- con especial cuidado al pasar por la zona del ombligo
La temperatura ideal del agua es de 36-37ºC.
Después del baño, ponemos al niño en el cambiador para secarle y aplicarle crema hidratante por todo el cuerpo. En el ombligo hay que darle unos toquecitos con clorhexidina y ponerle una gasa seca. Si vemos que la gasa se ensucia, hay que cambiarla por una limpia.
Es importante recordar que el ombligo sólo debe mojarse una vez al día, con agua y jabón durante el baño y que, asimismo, el alcohol, sólo se aplicará tras el baño. El resto del día, el ombligo debe permanecer seco. Una vez caído, se le darán toques de alcohol de 70º con algodón en el muñón después del baño, hasta que se meta para dentro.
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